CAVILACIONES SOBRE FOTOGRAFÍA

Leía un libro, un periódico, una revista. Buscaba cualquier información en internet, en las redes sociales, etc, y la omnipresencia de las imágenes fotográficas eran patentes. Un día, sin saber exactamente el por qué, comencé a leer artículos y libros que hablaban del arte fotográfico. Esto me hizo reflexionar, y cuanto más reflexionaba en lo que son las fotografías, éstas se tornaban más complejas y atractivas.

            La sensación que sentía al observarlas, era como cuando de pequeño me subía a la montaña rusa en las fiestas de mí pueblo, y al aproximarse el cochecito a la pendiente inicial, comenzaba la emoción.

            A día de hoy, persisto en recapacitar, en buscar una respuesta que satisfaga mi curiosidad y amplíe mis limitaciones cognitivas del medio fotográfico

            No sé si he llegado lo bastante lejos en mis conocimientos como para argumentar mediana y meridianamente claro sobre los diversos significados de la fotografía, pero cuando me pidieron que redactara un artículo hablando de éllas, primero me sobrevino la sorpresa, a continuación, una especie de íntima satisfacción y, por último, el atrevimiento, pues aquí estoy, escribiendo una reflexión personal sobre fotografía. 

            Pongamos un poco de imaginación y nos trasladamos a un lugar donde mujeres y hombres solemnes, sostienen en sus manos candiles sin humo, brillantes. Artistas veteados de colores rojo y negro pintando mamuts, caballos, ciervos, puntos y líneas, mientras los chamanes danzan ante las paredes de las cuevas. Ya entonces se sentía el misterio de la vida y la necesidad de presentarla a los demás, de manera análoga a la cámara fotográfica, de modo parcial. Desde entonces, los prehistoriadores todavía no vislumbran por completo el significado de las pinturas. Lo mismo me sucede con las fotografías.

            Quizás esas pinturas prehistóricas y la fotografía son una especie de prueba forense de que el mundo puede existir. No lo sé. Es todo tan enmarañado como el cabello de un etíope. Lo cierto es que desde entonces nuestro destino de viaje nunca es un sitio, sino una nueva forma de ver, expresar y sentir las cosas.

            Ya comentaba Leonard Freed (fotoperiodista de la agencia Mágnum) que desconocía el significado de fotografía, pero a continuación añadió que la fotografía es como la vida pues deja una impresión, un sentimiento. Le daba desconfianza las personas que sabían qué significaba la vida

            La palabra fotografía deriva de los vocablos griegos phos—luz—y grafis—escritura, lo cual viene a significar dibujar o escribir con luz.

            Técnicamente hablando la fotografía se define como la técnica de captar imágenes con una cámara mediante la acción fotoquímica de la luz u otras formas de energía radiante (rayos ultravioletas, infrarrojos, etc), la cual queda fijada sobre un medio sensible.

            Expuesto tanto el origen del vocablo como el principio básico de la acción fotográfica, corriendo el año 1839, a orillas del río Saona, Louis Daguerre y Niépce, hicieron la presentación de la fotografía (el daguerrotipo: el espejo que recuerda) pidiendo prestado la sintaxis y la gramática visual de la pintura. En la actualidad, con la ayuda de la tecnología, la cual tiende a estereotipar la producción condicionando la libertad del crear a los deseos del consumidor, parece que se ha fotografiado todo y de todo, y más cuando su práctica posibilita una fabricación en masa de expresiones notablemente parecidas, lo que puede resultar divertido si no fuera francamente banal, al hacernos pensar, que la fotografía se está marchitando como una flor cuyo tiempo de floración ha transcurrido. Nada más lejos de la realidad. Ya Heráclito decía que nadie se baña dos veces en el mismo río.

            ¿Pero qué es la/una fotografía? ¿Qué persigue? ¿Y qué…?

            Alexander Alland definía el arte (la fotografía) como un juego con la forma que produce algún tipo de transformación-representación estéticamente lograda.

            Analizando los ingredientes de la definición de Alland, nos damos cuenta de que son: juego, que sería el aspecto agradable y gratificante de la fotografía que no se explica sencillamente por sus funciones utilitarias; forma, que hace referencia al conjunto de restricciones que afectan a la organización espacial y temporal del juego, (las reglas fotográficas); estética, la cual designa la existencia universal de una capacidad humana para dar respuestas emocionales de apreciación y placer cuando la fotografía es lograda; transformación-representación, reseña el aspecto comunicativo de la fotografía, porque el arte siempre representa alguna cosa y comunica una información, pero esa cosa es representada en su forma, sonido, color, movimiento o sentimiento literales. Pero para ser fotografía, debe transformarse en algún tipo de información, bien metafórica o simbólica que sustituya a lo que está siendo representado. Así, un retrato, por realista que sea, sólo puede ser una transformación del individuo representado.

            El juego es una forma exploratoria que permite a los seres humanos ensayar respuestas nuevas. Es probable que el impulso del juego que subyace en el arte fotográfico guarde estrecha relación con el impulso creativo que anima a todo desarrollo tecnológico. Arte y tecnología suelen interactuar; resulta difícil determinar dónde empieza y acaba cada una.

            La antropóloga Raquel Piñera comenta que, el estilo en el arte hace referencia a la consideración de los elementos que lo componen y al modo de articularse entre sí. El estilo es un concepto jerárquico; puede hablarse del estilo del artista individual, del de una ciudad o del de una sociedad determinada; a un nivel más abstracto, cabría distinguir los rasgos generales que caracterizan el estilo artístico de una época en un área cultural.

El antropólogo Lévi-Strauss, aprecia que el arte proporciona una vía para entrar en el sistema de clasificación de una cultura, y, utilizando el enfoque estructuralista, aborda el significado en el arte, cuando un elemento u objeto se revela o aparece como un elemento dentro de una estructura de relaciones.

El historiador de Arte Meyer Schapiro, manifestó que el estilo constituye un lenguaje con su propia estructura interna y su propia expresividad.

Jean Claude Gautrand estima que, a través de su evolución estética, el arte de la fotografía manifiesta la transformación de la mirada, del pensamiento y de los temas preferidos de sus practicantes, cuyo instrumento de trabajo es a la vez un producto industrial y un medio de expresión artística.

            El establishment en la moderna cultura occidental hace hincapié sobre la originalidad de la forma pues reviste más importancia que la inteligibilidad. De hecho, una fotografía demasiado fácil de entender puede ser condenada, pues muchos fotógrafos consideran que la novedad, lo original, debe producir cierta oscuridad. Así los aspectos de creación, juego y transformación han cobrado precedencia sobre la forma y la representación, lo que obliga a los autores a ser creadores de reglas formales completamente nuevas.

            Por otro lado, el establishment considera conveniente que el arte (fotográfico) se interprete y explique por expertos para poder comprenderlo y apreciarlo.

Esta última aserción choca abiertamente con Bruno Barbey, (asociado a la agencia Mágnun) el cual afirmaba que la fotografía es un lenguaje que puede ser entendido y comprendido en todo el mundo.

            Marvin Harris, antropólogo, decía que el arte es un aspecto de la superestructura: el pensamiento y la conducta asociados con la pintura, la música, la fotografía, la danza…, por tanto, la definición que los críticos occidentales den al arte, no tiene por qué ser una definición válida para otras culturas.

Leach: la función del Arte es ilustrar los principios morales mediante la transgresión de los límites de la sociedad. El Arte atraviesa fronteras culturales ambiguas, dice “lo que es mejor no decir” en la vida real, aquello que es tabú. Leach demostró que, en la Pietá de Miguel Ángel, el Cristo muerto y su Madre, sobre cuyas rodillas yace, representan la misma edad, lo cual promueve emociones incestuosas latentes.

            A Bill Brandt no le interesaban las reglas ni las convenciones, pues para él, la fotografía no era un deporte.

            William Eugene Smtih se preguntaba el por qué debía de seguir unas reglas que él no había escrito.

Baudelaire, que vivió en un tiempo donde la fotografía adquiría cada vez mayor relevancia, fue el primero en hablar del concepto ojo-cámara para demostrar que nuestra visión está en constante formación para ir más allá de lo que vemos, pero también para contar más de lo que las palabras parecían permitirle.

            Para Susan Sontang, la fotografía es un código visual que altera y amplía nuestras nociones de lo que merece la penar mirar y de lo que tenemos derecho a observar.

            Elliot Erwitt, coincidía con Susan Sontang al afirmar que la fotografía es el arte de la observación. Se trata de encontrar algo interesante en un lugar ordinario. Me he dado cuenta de que tiene poco que ver con las cosas que ves y mucho con cómo las ves.

También es coincidente con lo expuesto por André Kertesz, el cual aseveraba que ver no era suficiente, pues se tenía que sentir lo que estabas fotografiando.

Mientras, Willy Ronis decía que la fotografía es la mirada. Uno la tiene o no la tiene, aunque en algunas circunstancias se puede perfeccionar…pero desconfío mucho de las imágenes que no se pueden descifrar sin la ayuda de las palabras, me refiero a las imágenes que surgen sólo con la intención de sorprender.

            Oscar Colorado Nates comenta que la fotografía debe adoptar un papel activo en su búsqueda de convertir lo invisible en visible y así construir puentes vinculantes entre el autor y el lector, teniendo en cuenta, que toda fotografía se enmarca en un género que a su vez posee sus propios puntos de referencia y convenciones, los cuales alterarán el proceso de significación de la imagen.      

Para Diane Arbus, la fotografía es un secreto de un secreto. Cuanto más te dice, menos sabes.

            Brassaï que se guardó mucho de adscribirse a escuelas fotográficas hablaba de que todo artista visual debe tener dos dones: cierta sensibilidad hacia la vida, por los seres vivos, y, por otra parte, el arte de apresar esa vida en cierto modo. También afirmaba que una foto confusa no puede penetrar en la memoria.

            Con Roland Barthes topamos con el concepto del punctum, pues toda fotografía debía contener un punctum, es decir, un detalle que incite y enganche al espectador transportándolo hacia una revaloración emocional de lo que ha visto.

En el siglo XX, el modernismo se constituye en la fuerza artística más poderosa del momento, lo que lleva a liberar a la fotografía de la pintura al adquirir un lenguaje propio. August Sander es posiblemente el iniciador de esta separación al realizar retratos de una forma reservada a la arquitectura en que primaba la claridad. Para Sander no había nada que detestara más que una fotografía azucarada con sus trucos baratos, poses y efectos.

            En Sander la fotografía exuda un enfoque nítido, frontalidad, encuadre simplificado y disposición documental en contraposición al pictorialismo, dado que parece ser más un sistema de medición que un medio de transmisión de valores artísticos (Oscar Colorado Nates).

            La noche y el sueño es el territorio del surrealismo y utilizan la fotografía como instrumento capaz de hacer surgir el misterio en los objetos más banales.

            Karl Blossfeldt fotógrafo adscrito a la corriente denominada Nueva Objetividad, mostró que el objetivo de la cámara fotográfica era una suerte de prótesis del ojo que permite ampliar su visión.

            Robert Doisneau…al final, no hay nada más subjetivo que el objetivo, no mostramos el mundo tal y como es.

            Carl Mydans (fotoperiodista), decía: uno se convierte en fotógrafo cuando ha superado las preocupaciones del aprendizaje y en sus manos la cámara se convierte en una extensión de uno mismo, Entonces comienza la creatividad.

            Resumiendo esta pequeña cavilación fotográfica. Hay un aforismo latino que reza Nihil nihil fit, de la nada nada nace; por lo tanto, la fotografía es el producto de influencias y confluencias, donde el juego creativo, la estructura formal, los sentimientos y las transformaciones simbólicas son los ingredientes esenciales.

            La capacidad distintiva del arte fotográfico, guarda una estrecha relación con la capacidad distintiva de los humanos para la transformación simbólica que subyace en la universalidad semántica del lenguaje humano, y las definiciones occidentales del arte fotográfico dependen de la existencia de autoridades y críticoso, los cuales sitúan muchos ejemplos de juego, estética estructurada y trasformación simbólica, fuera de la categoría de lo artístico.

            Particularmente, me inclino con lo expuesto por la antropóloga Raquel Piñera: el arte fotográfico es un componente de la cultura pues refleja las bases económicas y sociales y trasmite, a través del espacio y el tiempo, algunas de las ideas y valores de la cultura donde surge y está funcionalmente relacionado con la tecnología y otros aspectos del patrón cultural universal, es evidente que el arte fotográfico experimenta evolución, pues el mundo es tan grande y tan vasto como las fotografías que de él se toman..

            Estudio, práctica, plasticidad, algo que decir, y un pensamiento conceptualmente organizado, que no nos lleve a decidir sobre lo bueno o malo del mundo, sino a un compromiso con la observación directa sin perjuicios, delicada, de trabajo con calidad, harán de nuestras fotografías, algo que nos definirá. Mientras dejaremos abierta la puerta de la definición de fotografía.

R.Ibáñez.